
Teresa Schinelli, técnica del INTA Esquel, confirmó que el acumulado anual de precipitaciones es un 45% menor al promedio histórico, lo que anticipa un verano crítico y advirtió que el impacto se sentirá en los hogares, la producción y el ambiente si no se adoptan medidas de cuidado y uso responsable del agua. Comparó los años 1996, 2016 y 2025 como los más deficitarios del registro, pero subrayó que estas anomalías son cada vez más frecuentes y más intensas. “Podemos no llamarlo cambio climático si se prefiere, pero algo está pasando y tenemos que ser conscientes en el uso del agua.



















