Naturaleza en crisis: convivir ya no basta, necesitamos un cambio

Como todos los años, el 22 de mayo conmemoramos el Día Internacional de la Diversidad Biológica con el objetivo de concientizar a la población sobre la amplia variedad de especies que habitan la Tierra, sus patrones naturales y su importancia

Cambio Climático23/05/2025
hombre-sosteniendo-globo-con-hoja-verde-y-sonriendo-750x500

Pero no estaríamos teniendo el panorama completo sobre la diversidad biológica sin relacionarla con muchísimos aspectos de la vida de una especie en particular: la especie humana. La diversidad biológica se relaciona de manera directa con nuestras vidas: nuestra salud, nuestra economía, nuestro bienestar, nuestros medios de subsistencia y desarrollo. 

Colabora con la regulación del clima, el control de enfermedades y plagas, la provisión de alimentos, el acceso a materias primas nos permite respirar aire puro… podríamos decir que es el sistema de soporte vital de la Tierra, aquel que permite satisfacer gran parte de nuestras necesidades más importantes, aquellas que hacen posible la subsistencia y el desarrollo. 

Pero, a pesar de que sin ella nuestra vida no sería tal como la conocemos, no la estamos cuidando con la importancia que tiene. La forma en la que actualmente avanzamos sobre la biodiversidad pone en peligro la salud de los ecosistemas y la supervivencia de muchas especies, incluida la nuestra. A raíz, en parte, de un fenómeno que siempre hace más difícil ponerla en valor: como no siempre se puede reflejar su importancia en términos económicos, no se la reconoce lo suficiente y por momentos incluso se la desvaloriza. Ya es momento de que entendamos de una buena vez y para siempre que, si la biodiversidad sufre, la humanidad sufre también. 

Según el Informe Planeta Vivo 2024 de WWF, que analiza el estado mundial de la biodiversidad, las poblaciones de vida silvestre monitoreadas y que más disminuyeron se registraron en América Latina y el Caribe con una cifra del 95%, confirmando nuevamente el registro con el declive regional más alto.

Este declive de biodiversidad puede significar el aviso de una alerta temprana sobre la pérdida de ecosistemas saludables. Cuando los ecosistemas se dañan, pueden volverse más vulnerables a los puntos de inflexión, es decir pasar a un umbral crítico que ocasione cambios sustanciales y potencialmente irreversibles. Posibles puntos de inflexión a nivel global, como el retroceso de la selva amazónica y la muerte masiva de arrecifes de coral, tendrían consecuencias mucho más allá de las proximidades donde se encuentran, y afectarían la seguridad alimentaria y las fuentes de sustento de las personas. Y Argentina no escapa a esa situación: sufrimos pérdida de bosque nativos, una complicación fuerte con las especies amenazadas, una sobreexplotación de nuestro mar argentino que también genera impactos entre muchas otras situaciones que podrían mejorarse con políticas apropiadas y correctamente implementadas.  

Hay algo que se ve cada vez más claramente: necesitamos realizar un cambio transformador y urgente en nuestros patrones de producción y consumo. Todo en nuestro planeta se encuentra interconectado y es interdependiente. El mayor desafío que enfrentamos es asegurar que los sistemas productivos sustenten nuestras necesidades presentes y futuras, al mismo tiempo que pongan en valor la importancia de conservar la biodiversidad. Y, hasta ahora, los resultados demuestran que las acciones y decisiones que se han tomado no fueron suficientes. Es por eso por lo que la toma de decisiones debe estar fundamentada en el análisis de los impactos sobre los ambientes, sus especies y los servicios ecosistémicos asociados. 

Así mismo, y desde una perspectiva sistémica, en un contexto en donde el modelo de país se encuentra en discusión, no podemos dejar de resaltar que un crecimiento económico es imposible de sostener si los recursos naturales se agotan o degradan. La superabundancia indefinida de los recursos provenientes de la naturaleza constituye un punto de inflexión en donde los modelos de producción deben incorporar la sustentabilidad como un eje central y neurálgico para asegurar la construcción de economías sanas y estables a largo plazo.

Y como todos somos parte del problema, todos debemos ser parte de la solución. Es muy interesante ver que el lema del Día de la Diversidad Biológica 2025 es “Armonía con la naturaleza y desarrollo sostenible“, una frase que se asemeja mucho a la que desde hace muchos años usamos para describir lo que hacemos desde Fundación Vida Silvestre Argentina. Ojalá este Día de la Diversidad Biológica no sea sólo una efeméride más, sino que sea un verdadero comienzo para que entendamos que sin diversidad no hay vida.

econews

Te puede interesar
PerdidaBiodiversidad_746x419

Deconstruir el pensamiento depredador: la educación ambiental crítica como ruta hacia un planeta habitable

Mag. Marielza Cunha Horta (*)
Cambio Climático05/06/2025

Inspirada en las pedagogías contra-hegemónicas y nutrida por las ideas de Karl Marx, Paula Sibilia y Enrique Leff, la educación ambiental crítica plantea un desafío urgente: desmontar la lógica extractivista del capitalismo, conectar saberes científicos y tradicionales, y forjar nuevas prácticas sociales que pongan la vida -humana y no humana- en el centro del desarrollo.

Lo más visto
PerdidaBiodiversidad_746x419

Deconstruir el pensamiento depredador: la educación ambiental crítica como ruta hacia un planeta habitable

Mag. Marielza Cunha Horta (*)
Cambio Climático05/06/2025

Inspirada en las pedagogías contra-hegemónicas y nutrida por las ideas de Karl Marx, Paula Sibilia y Enrique Leff, la educación ambiental crítica plantea un desafío urgente: desmontar la lógica extractivista del capitalismo, conectar saberes científicos y tradicionales, y forjar nuevas prácticas sociales que pongan la vida -humana y no humana- en el centro del desarrollo.